NUESTRA HISTORIA

4 expulsadas
13 suspendidas por dos semestres
1 suspendida por un semestre

La Universidad Diego Portales niega la educación a 18 compañeras por participar de manera democrática, por asistir a asambleas, por exigir justicia en los espacios universitarios.

En el contexto de la revuelta feminista que estalló a lo largo de Chile y el mundo el 2018, las dependencias de la Universidad Diego Portales (Santiago, Chile) fueron tomadas en Abril del 2018 por las estudiantes de distintas facultades con el fin de visibilizar la violencia patriarcal, sexista y de género dentro de las aulas. La conformación de un bloque feminista UDP logró una reflexión y un análisis de necesidades y demandas por espacios, creando un petitorio unificado del cual fueron aceptados un 80% de los puntos, entre ellos: Creación de una Secretaría de Sexualidad y Género; Modificación de la Normativa de Violencia Sexual UDP ya que la práctica había demostrado su ineficacia; Uso del lenguaje inclusivo en actividades académicas; Incorporación de baños no binarios; Instalación de salas de lactancia y mudadores; Adopción de una perspectiva de género, etc.

No obstante, con el paso del tiempo continuaron surgiendo relatos de compañeras agredidas sexualmente en las dependencias de la universidad. ¿Qué hizo la universidad frente a esto? Aplicaron sanciones insuficientes a agresores comparados con los niveles de agresión de sus actos, fueron negligentes al aplicar la normativa, haciendo pasar procesos revictimizantes a nuestras compañeras, con procesos de investigación que desestimaban las pruebas de las denunciantes.

Lo anterior, junto al incumplimiento de diversos puntos de los acuerdos prometidos en el 2018, llevó a una nueva movilización feminista en Agosto del 2019, donde fueron tomadas todas las facultades de la universidad exigiendo: Políticas institucionales contra la violencia de género, Restauración del Departamento de Género, Re-estructuración del órgano que implementa la Normativa de Prevención y Sanción de Acciones de Discriminación, Violencia Sexual y de Género; Validación autónoma de la organización estudiantil; Garantías a madres, padres y cuidadorxs universitarixs; Sanciones proporcionales en los casos violencia sexual y en los casos de aplicación negligente de la Normativa; Cumplimiento de los puntos pendientes del petitorio 2018.

Luego de tres semanas en toma intentando dialogar con las autoridades, la universidad aceptó la negociación del petitorio únicamente con la bajada de todas las tomas. No obstante, no aceptaron garantías mínimas requeridas por nosotras (que no iniciaran procesos de sumarios, que hubiera una marcha blanca antes de empezar las clases, etc.), por lo cual continuamos con las tomas y dimos paso a el inicio de la huelga de hambre de 4 compañeras. ¿Qué hizo la universidad frente a esto? Iniciando 28 Tribunales de honor (sumarios) de manera arbitraria, entre ellas: activistas políticas, participantes de la asamblea feminista y un par de personas que sólo fueron a las tomas a informarse, sin participar activamente de ellas. El proceso de los tribunales de honor se caracterizó por ser sumamente negligente, con decanos y decanas que interpretaron el Reglamento de Convivencia Estudiantil a su gusto, que insultaron a lxs miembrxs de centrxs de alumnxs que fueron como representantes de las enjuiciadas y a las abogadas de la Corporación 4 de Agosto que nos asesoraron en este proceso. Todo esto resultó en cuatro compañeras expulsadas (todas ellas tenían o tuvieron en el pasado un cargo(s) de representación estudiantil importante(s) dentro de la universidad); 14 suspendidas por dos semestres. Luego de tres semanas de espera por la resolución de los tribunales de honor, nuestras compañeras siguieron el protocolo de apelación establecidos dentro de la universidad. 1) Reposición: se exige a las personas que conformaron los tribunales de honor que deliberen nuevamente sobre las audiencias, se presentan nuevas pruebas por la defensa de las alumnas, luego de tres semana, se niega nuevamente la absolución. 2) Tribunal de Apelación: conformado por Vicerrectorx de la universidad, unx profesorx de la universidad, unx decanx distintx al del tribunal de honor correspondiente, presidentx de la federación de estudiantes ¡Cero posibilidad de defensa! Un mes después llegada la respuesta los resultados fueron 4 expulsadas, 13 suspendidas por dos semestres, 1 suspendida por un semestre. 3) Carta de Gracia: carta de carácter personal escrita por cada sancionada hacia el Rector de la universidad, apelando por una baja de sanción o absolución, la carta fue enviada en enero, no obstante, en Febrero las instalaciones de la universidad cierran y sus integrantes cesan sus funciones, las peticiones fueron recepcionadas permitiendo que nuestras compañeras realizaran sus procesos de matricula y toma de ramos. El 13 de marzo, a seis días de iniciado el semestre, llegan las resoluciones por parte del Rector: 18 cartas iguales manteniendo las sanciones. Todo este proceso duró cinco meses, siendo amedrentada la salud mental de nuestras compañeras, angustia, depresión y crisis de pánico. Para la universidad, las sancionadas incumplieron los siguientes artículos del Reglamento de Convivencia Estudiantil de la Universidad:

  • Art 3 n°4: Impedir o dificultar, en cualquier forma, el ingreso a algún reciento de la Universidad o la libre circulación en ella, de alguna de las personas señaladas en el número 2 precedente o de invitados, salvo que medie delegación de autoridad competente.
  • Art 3 n°6: Usar el domicilio de la Universidad o cualquiera de sus instalaciones o dependencias para fines que atentes contra los principios y la normativa interna.

#UDPHAZTECARGO

Marzo, 2020

2020 Santiago, Chile
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